En un duelo en el que ambos equipos se concentraron más en no recibir anotaciones, las escuadras de Argentina y Holanda se enfrentaron en partido de semifinales en Sao Paulo resultando vencedor
La pelota se mantuvo la mayor parte del tiempo en la media cancha, siendo la acción más peligrosa una aproximación en la que Higuaín por momentos hizo saltar a la gradería con un remate que apenas salió desviado pero que la ilusión óptica hizo parecer como si hubiera entrado.
Ni Messi ni Robben, dos de los jugadores más reconocidos del planeta, fueron factor en 90 minutos que transcurrieron lentos y sin mayor emoción. El jugador más destacado estuvo en la zaga argentina, con un Mascherano que se plantó como una impenetrable muralla atrás y un Cillessen que incluso en momentos hizo alarde de manejo de pelota.
El partido se fue al alargue, mismo en el que ambos equipos agotaron sus cambios con la entrada de Jan Huntelaar por los holandeses y Maxi Rodríguez por los albicelestes. Al minuto 115 Rodrigo Palacio tuvo una oportunidad para liquidar el partido, sin embargo decidió entregar el balón con un leve cabezazo mismo que Cillesen no tuvo problema en detener.
Ambos equipos firmaron el empate para irse a penales, mismos en los que Vlaar comenzaría fallando el primer penal contra Sergio Romero que se tiró justo para tapar el tiro. Después Messi, Robben y Garay anotaron sus tiros, sin embargo Romero detuvo de nuevo a Sneijder para sellar la victoria con el penal que Maxi Rodríguez mandaría al fondo en un fortísimo tiro.
Argentina regresa a una final después de 24 años, misma que jugó también contra Alemania, que se antoja como un peligrosísimo sinodal.
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