El pasado fin de semana el autódromo Hermanos Rodríguez vio
apagarse la vida de otro piloto más.
Se corrían ya algunas vueltas de la 1er fecha del campeonato
de Súper Turismos cuando uno de los autos no aguantó el ritmo de la competencia
e hizo estallar su motor, el bólido derramó
su aceite sobre la pista, justo a la salida de la “curva peraltada”, cosa que
le agregaba mucha más peligrosidad al incidente y pues sí, desafortunadamente
la desgracia ocurrió. Segundos después de que la pista se manchara con
lubricante, el BMW pilotado por Víctor Jiménez pasó por el sitio exacto y
perdió el control, quiso corregir la dirección pero un auto que le seguía de
cerca lo impactó por la parte trasera y lo “obligó” a seguir en línea recta
hacia afuera de la curva y directo contra el muro de contención, el auto de
Jiménez detuvo su marcha instantáneamente ocasionándole severas lesiones, el
piloto recibió las primeras atenciones en el autódromo pero fue trasladado a la
brevedad al Hospital Metropolitano donde más tarde se anunciaría su muerte.
La pista del Hermanos Rodríguez es el escenario de muchas
series y competencias cada fin de semana, su uso constante y el accidente que
quitó la vida a Víctor Jiménez hacen pensar que el mítico trazado debe
evolucionar en temas de seguridad. Hoy en día el hecho de que un piloto muera no solo es cuestión de los autos, sino también de la pista y para muestra les puedo comentar que los circuitos en los que se corre la Formula 1 (Serie que el Hermanos Rodríguez desea albergar) existen medidas de seguridad tales que han impedido la muerte de pilotos desde el 1° de mayo de 1994, el último piloto en morir dentro de esa categoría fue el legendario Ayrton Senna.
Mario Estrada Gutiérrez
Twitter: @MarioEsGu
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