CIUDAD DE MEXICO - El Banco de México a través de su junta de gobierno liderada por Agustín Carstens, ajustó la expectativa de crecimiento económico nacional en un intervalo que abarca del 2.3% al 3.3%, más de un punto porcentual por debajo de la proyección anterior, que comprendía un panorama hasta de un 4% potencial.
Tras señalar que la economía presentó un ritmo inferior a lo que se tenía contemplado para los primeros meses del año, reconoció que un riesgo latente para el crecimiento del año en curso se encuentran en una diezmada confianza del consumidor que incide en una dinámica comercial más lenta que no incentiva el gasto del sector privado.
"Diversos factores" como la normalización -no ordenada- de la política monetaria en Estados Unidos también son identificados como factores para un crecimiento desacelerado muy parecido al del ejercicio anterior, sin embargo en factores de orden internacional también se tiene la expectativa de que la recuperación del PIB en el vecino del norte traiga efectos derivados positivos para nuestro país.
La expectativa de crecimiento del banco central mexicano está por debajo de las divulgadas por el gabinete federal, en concordancia con lo ya señalado antes por grupos del sector productivo y empresarial quienes incluso se han aventurado a señalar expectativas de crecimiento no mayores al 3%.
Carstens también se atrevió a señalar que la inflación se ubicará en el rango del 3%, mismo que es el objetivo para este año, donde destaca el período de abril, donde incluso se registró deflación.
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