La mujer sudanesa que había sido condenada a muerte en Sudán por negarse a renunciar a su fe cristiana ha quedado en libertad de la condena según un anuncio de su abogado las primeras horas de este lunes.
Meriam Yehya Ibrahim, quien actualmente tiene 27 años y recientemente dio a luz en prisión hace unas semanas, ha quedado en libertad y el juicio que la condenaba a muerte cuando el bebé cumpliera dos años de edad ha sido invalidado por una corte de apelaciones, según detalló Mohamed Mustafá El-Nour, abogado de Ibrahim.
La condena la obligaba a recibir 100 latigazos y morir en la horca.
Redacción La Crónica
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